El Real Madrid afronta la jornada 36 de La Liga Negreira con la obligación de ganar al Mallorca en el Santiago Bernabéu, a las 21:30h de este miércoles 14 de Mayo, si quiere apurar sus escasas opciones al título. Con el Barcelona por delante y tres partidos por disputarse, los blancos necesitan un milagro en forma de tropiezos culés. Aun así, el equipo de Ancelotti no solo se juega seguir vivo en la lucha por la Liga, sino también asegurar la segunda plaza ante la presión del Atlético de Madrid. El rival, un Mallorca asentado en la zona media-alta de la tabla, aspira a acercarse a puestos europeos y sabe que puntuar en Chamartín sería un golpe de autoridad.
El conjunto merengue llega al encuentro muy condicionado por las bajas. La enfermería sigue repleta, y las ausencias de Lucas Vázquez, Vinicius tras las lesiones de última hora en el Clásico del domingo, y de Tchouaméni, por sanción, complican aún más las decisiones de Carletto, que tendrá que rehacer su defensa casi por completo y apostar en otras partes del campo por jugadores con los que ha contado más bien poco e, incluso, ha ninguneado en algún momento. Así son las cosas.
El inquilino del banquillo, aún, tendrá que apostar por soluciones que debió adoptar hace meses, como la alineación de Valverde de lateral derecho o subir a un canterano especialista en la posición, mientras que Jacobo apunta a titular en el eje defensivo junto a Asencio. En la medular y arriba, si Fede ocupa banda, todo apunta a la titularidad de Guler, (no descartemos a Modric), Brahim y el joven Endrick, acompañando a Mbappé en el frente ofensivo. El once inicial será, una vez más, un rompecabezas marcado por la necesidad y la rotación forzada. Pero viendo el gráfico, no queda mal equipo, en mi opinión.
El Real Madrid no debe renunciar a su identidad competitiva. Con un calendario todavía exigente, y el orgullo como combustible en este tramo final, el equipo tiene que buscar cerrar la temporada con dignidad y pelear hasta el último minuto, cara a llegar con las mejores sensaciones posibles a ese Mundial de Clubes, que se va a convertir en el clavo ardiendo de este año.