El Real Madrid afronta su visita a Oviedo con el objetivo de mostrar una versión más convincente que en su estreno liguero ante Osasuna. Pese a lograr los tres puntos en el Santiago Bernabéu, el equipo dejó dudas en su juego y Xabi Alonso es consciente de que necesita ajustar piezas para que el conjunto empiece a transmitir mejores sensaciones desde el arranque de la temporada. El encuentro en el Carlos Tartiere, de este domingo 24 de Agosto, a las 21:30h, correspondiente a la jornada 2 de la Liga Negreira se presenta, por tanto, como una nueva oportunidad para afianzar el bloque y comenzar a dar señales de solidez futbolística.
De cara al choque, la incógnita principal se centra en posibles cambios tácticos. Con la vuelta de Rüdiger tras cumplir sanción, el técnico podría optar por un sistema con tres centrales y dos carrileros, algo que ya probó durante la pretemporada. Esta variante dejaría a futbolistas como Brahim con menos protagonismo, aunque la alternativa de mantener el once inicial tampoco se descarta. Además, las dudas en el ataque giran en torno a Trent y a la posibilidad de que Carvajal o el joven Franco Mastantuono ganen peso en el once inicial, lo que aumentaría la competencia interna en puestos clave. El 11:
En ataque, todas las miradas vuelven a centrarse en el delantero francés, que una vez más se erige como el jugador más determinante del conjunto blanco. Autor del gol de penalti frente a Osasuna, lideró todas las acciones de peligro y mantiene intacto su rol de referencia ofensiva. También se espera una versión más protagonista de Valverde, que ante los navarros mostró un rendimiento discreto y apunta a recuperar su influencia en el centro del campo en esta segunda jornada.
El duelo frente al Oviedo se plantea como un examen temprano para un Real Madrid que no solo busca resultados, sino también reencontrarse con su identidad futbolística. La afición quiere ver un equipo reconocible, con un juego más fluido y con los jóvenes talentos empezando a dejar huella. La visita al Tartiere será una prueba exigente y, al mismo tiempo, una oportunidad de dar un golpe de autoridad desde el inicio del campeonato.