La Economía Mbappé en el Real Madrid

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La política financiera de Florentino Pérez desde que llegó a la presidencia del Real Madrid en el año 2000, centrada en la firma de grandes estrellas ha resultado en que el club de Chamartín se ha convertido en el más valioso de todos y el de mayores ingresos en el Planeta Futbol.

Muchos cuestionamos su empeño ¿obsesión? En hacerse de Kylián Mbappé, pero los hechos parecen darle la razón.

Comparemos ese hecho con el contrato de 700 millones de dólares por 10 años -no entraremos en detalles- que le ofrecieron los Dodgers de Los Ángeles al superestrella japonés Shohei Ohtani.

A partir de la firma del nipón la asistencia al Dodger Stadium se ha incrementado en temporada regular de 3,837,079 aficionados en 2023, a 3,941,251 en 2024 y 4,012,470 en 2025, si consideramos a 100 dólares el boleto, sin incluir bebidas y alimentos, por ese hecho los boys in blue han obtenido 27 millones extras.

La venta de camisetas de Ohtani ha doblado a la de Messi en el Inter de Miami, y aunque el oriental conserva íntegros el 100% de sus derechos de imagen (NIL en la jerga deportiva estadounidense Name, Image and Likeness) el número de patrocinadores se ha incrementado, en especial de los japoneses aunque también de Corea, de esta forma, además de los éxitos deportivos, los Dodgers ganaron el año pasado la serie mundial y este año siguen vivos en los playoffs, la adquisición de este jugador parece que acarreará excelentes ingresos a los dueños de los azules. Por cierto, su presidente dice que el ejemplo que tomaron fue el del Barcelona.

Por el lado del Madrid le ofreció a Mbappé un contrato de cinco años de duración, que de acuerdo con L´Equipe es de € 71,670,000 por año incluyendo salario y un bono prorrateado de firma, de esta forma estamos hablando de € 358 millones por un lustro.

Si pensamos que el total de ingresos del Madrid, sin considerar la compra-venta de jugadores, se incrementó en un 10% entre las temporadas 2023-24 a la 2024-25 llegando a los €1,185 millones -y eso que los merengues se quedaron solo en los cuartos de final de la champions y no se toma en cuenta la participación en el mundial de clubes. La asistencia media por partido liguero continúa en un poco más de 72 mil espectadores.

Así, los patrocinios recientes de HP, Louis Vuitton y otros, los tours al Bernabéu, y el que Mbappé conserve el 80% de sus derechos NIL, y no de 50% como acostumbra el Madrid, significan que el francés pese a no darle un excesivo valor añadido a la marca Real Madrid, que sola es muy potente, implica que es un objetivo estratégico y que justifica sus altos ingresos para una institución que no debe responder a accionistas.

Peripecias de un Catalán Madridista

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Vamos a aprovechar el insoportable descanso veraniego, me refiero al futbolero, para contar algunas vicisitudes de un catalán madridista en Cataluña. O sea, un servidor. No vayan ustedes a pensar que nací anticulé, no.

Todo empezó con la eliminación del Madrid de Miljanic en la Copa de Europa, a manos del Estrella Roja. En el trabajo hubo que aguantar carros y carretas. Hasta ese momento, no había disfrutado especialmente con las derrotas del hoy La Esquinita de Negreira, o del Atlético. Más bien plan pasota.

Pero después de esa eliminación, ya fue otra cosa. El karma quiso que, pocos meses después, los azulgrana se enfrentaran al Leeds en las semifinales de la Copa de Europa. Se trajeron un 2-1 en contra del partido de ida. Vuelta el 23 de abril, San Jorge. Se pueden imaginar ustedes el ambiente que se respiraba, pues ya se veían finalistas, por segunda vez en su historia. Recuerden ustedes que contaban con Cruyff en sus filas (su participación en el partido se limitó, prácticamente, a sacar las faltas y los saques de banda).

Pero… en el minuto 7, gol de Lorimer. Glorioso. 1-1 resultado final, y San Jorge demostró ser madridista (años más tarde, semifinales Champions, La Esqunita de Negreira 0 Real Madrid 2, un 23 de abril)… No hace falta que diga lo que disfruté al día siguiente en el trabajo. “Minuto 7, gol de Lorimer”, no sé las veces que lo repetí a todo culé que me encontraba en la oficina.

Y es que la de veces que he tenido que enseñar el DNI, pues era imposible que un nacido en Barcelona fuera madridista y español, o español y madridista, que tanto monta.

Unos meses antes, 27 octubre 1974, estuve en el Bernabéu por primera vez. Partido contra el Español, 5-0, con dos goles de Roberto Martínez, ex del Español. Fuimos a Madrid en un autocar, camuflados en una peña de los pericos. Una vez en campo, mi padre le contó a uno de los porteros que éramos del Madrid entre españolistas, y si podíamos cambiar de localidad. Anda que no se rió, pero nos dejó hacerlo. La vuelta en autocar fue épica, y nadie nos dirigía la palabra.

Pero no somos pocos los madridistas en Cataluña, e incluso nacidos en Cataluña. La final contra el Valencia en París, yo vivía por entonces en Igualada, localidad bastante independentista. Pero la que se lió cuando acabó el partido, con coches recorriendo las calles con banderas españolas y del Madrid, fue tremendo.

No quiero dar más la tabarra, pero si me gustaría añadir otra “anécdota”. Mi mujer lleva al médico al niño, unos 5 años por entonces. El niño con su camiseta del Madrid. Pues la enfermera les recibe con un “Con esa camiseta, como no vas a estar enfermo”. Si llego a estar yo…

Los madridistas en Cataluña nos merecemos el Princesa de Asturias con creces.