El Real Madrid afronta este miércoles 16 de abril una noche crucial en el Santiago Bernabéu, donde recibirá al Arsenal en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League. El conjunto blanco está obligado a remontar un 3-0 adverso tras el mal resultado cosechado en Londres, donde fue superado en todas las líneas. Para acceder a semifinales sin pasar por la prórroga, los de Ancelotti necesitan una victoria por al menos cuatro goles de diferencia, un reto mayúsculo que solo está al alcance de un equipo con la historia y el carácter competitivo del quince veces campeón de Europa.
Para lograr la remontada, será imprescindible una versión mucho más sólida tanto en defensa como en ataque. Courtois, que evitó una goleada aún mayor en la ida, volverá a ser clave, mientras que el tridente ofensivo deberá reencontrarse con su mejor nivel. Vinicius y Rodrygo (sobre todo este último), algo apagados en los últimos partidos, están llamados a marcar la diferencia, al igual que un Mbappé que llega entre dudas, tras su expulsión en Liga ante el Alavés. La recuperación anímica del grupo es tan necesaria como la táctica, y todo el entorno madridista confía en el efecto Bernabéu para obrar el milagro. El 11:
Me parece que, salvo sorpresa mayúscula o lesión de última hora, el 11 está más que cantado. Quizá haya alguna duda por Brahim, que pudiera entrar en detrimento de Rodrygo, o de Modric, pero no creo. Carletto se la va a jugar a su manera.
Enfrente estará un Arsenal con confianza tras la renta conseguida en casa, pero consciente de que cualquier relajación puede pagarse muy cara en Chamartín. Mikel Arteta prepara a los suyos para resistir la presión del ambiente y aprovechar los espacios que puede dejar un Madrid volcado al ataque. Si los ingleses marcan, la eliminatoria se pondría muy cuesta arriba para los locales, pero el Madrid ya ha demostrado en otras ocasiones que no hay empresa imposible bajo los focos de su estadio.
La historia está del lado blanco (aunque la estadística de enfrentamientos favorece al Arsenal) y, si algo ha enseñado el Real Madrid en Europa es que nunca se le puede dar por vencido. El partido se presenta como una auténtica final anticipada, con tintes épicos, en la que la fe, el talento y el coraje deberán ir de la mano si el equipo quiere volver a estar entre los cuatro mejores del continente. En el Bernabéu, todo puede pasar. 90 minuti son molto longos.